Celorio enfrenta la dura tarea de convencer a un juez federal de Massachusetts de que los distribuidores y fabricantes de armas estadounidenses ponen en peligro a los mexicanos, apuntó el diario digital
En agosto, señaló, la nación del sur presentó una demanda contra los fabricantes de armas estadounidenses y un distribuidor en un tribunal federal de Massachusetts, solicitando compensación por daños y perjuicios y alegando que los acusados comercializan y distribuyen a sabiendas sus productos a cárteles de drogas.
En las últimas dos décadas, México y Estados Unidos intentaron en múltiples ocasiones llevar a cabo acciones bilaterales para combatir la delincuencia, pero en la mayoría de los casos el tema de las armas de fuego estuvo fuera de la mesa.
Sin embargo, alrededor de medio millón de armas estadounidenses entran ilegalmente en México cada año, y alrededor del 70 por ciento de todos los delitos con armas allí se cometen con armas de origen estadounidense, puntualizó The Hill.
Según Celorio cuando estructuramos el argumento de que las prácticas comerciales negligentes e ilícitas de estas empresas nos perjudican, se trata de un agravio transfronterizo. Tendríamos una demanda y, por eso, la tomamos ahora, dijo.
Muchas de las armas utilizadas por las organizaciones criminales mexicanas, señaló The Hill, se adquieren a través de compras en Estados Unidos, donde terceras personas las consiguen legalmente y luego transfieren ilegalmente a sus usuarios finales en México.
La demanda atrajo, además, el apoyo sin precedentes y aunque la empresa emplazada solicitó al juez que desestima el caso, 13 estados y el Distrito de Columbia se unieron a la acción como amigos del tribunal, al igual que grupos de defensa del control de armas con sede en Estados Unidos, para darle más connotación al caso.
No hay negociaciones fuera de la sala entre las partes, pero Celorio dijo que la medida final del éxito no será un fallo judicial, sino un cambio sustancial en la forma de distribuir las armas de fuego.
«Ahora el mejor escenario, el mejor escenario es que independientemente de cuándo consigamos una sentencia, una resolución por parte del juez, las empresas cambien su forma de hacer negocios», subrayó el alto funcionario,
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