Ese pequeño poblado de la provincia de Cuando Cubango, 825 kilómetros al sureste de Luanda, se convirtió en símbolo de valor el 23 de marzo de 1988 con la victoria de las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola junto a combatientes de Cuba y otras naciones.
Para principios de noviembre de 1987, las fuerzas armadas sudafricanas cercaron en el poblado a las mejores unidades angoleñas para aniquilarlas.
De acuerdo con historiadores, la caída de Cuito era inminente, lo que significaría un golpe demoledor en medio de la guerra contra el Apartheid.
El ejército de la Sudáfrica racista contaba para su ofensiva con poderosas fuerzas de infantería, moderna aviación de combate, tanques, artillería de largo alcance y antiaérea, así como armamento de alta precisión.
Cuba respondió a la solicitud del gobierno angoleño con decenas de miles de combatientes voluntarios, junto con equipos militares vitales, que recorrieron más de 10 mil kilómetros de distancia desde el Caribe y cruzaron el Atlántico.
El entonces presidente de la nación caribeña, Fidel Castro, reconoció el riesgo de que la isla participase en ese combate, donde ‘la Revolución cubana se jugó todo, se jugó su propia existencia’, dijo.
‘Se arriesgó a una batalla en gran escala contra una de las potencias más fuertes de las ubicadas en la zona del Tercer Mundo, contra una de las potencias más ricas, con un importante desarrollo industrial y tecnológico, armada hasta los dientes, a esa distancia de nuestro pequeño país y con nuestros recursos, con nuestras armas’, aseguró.
Las acciones se dirigieron a sacar a las Fuerzas de Defensa Sudafricanas, de Angola de una vez y para siempre.
Como homenaje a esta fecha, en 2018 se estableció el 23 de marzo como Día de la Liberación de África Austral por acuerdo de los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Desarrollo de África Austral durante la Cumbre en Windhoek, celebrada en Namibia.
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