El mandatario hizo está apreciación durante un encuentro en el Palacio de la Revolución con los miembros de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, reunidos en esta capital.
Díaz-Canel reconoció la labor que durante décadas han realizado esos especialistas para conservar y divulgar el patrimonio nacional y aseguró que el trabajo de la Red de Ciudades Patrimoniales deja un legado para todo lo que se pretende lograr en la preservación de la memoria histórica y patrimonial de Cuba.
Asimismo se refirió a la necesidad de preparar a los gobiernos municipales, para que tengan fuerza capacitada que desarrolle y protagonice tales trabajos en las localidades, y preparar a los intendentes y a los presidentes de las Asambleas Municipales en estos temas.
Aseguró el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba que aspiramos a una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico una riqueza espiritual superior y a un bienestar que empodere el diseño de lo funcional con la belleza.
Por su parte, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, insistió en la responsabilidad de las Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales en la vigilancia diaria sobre las violaciones que transforman y afectan el entorno en las localidades .
Puntualizó al respecto que la exigencia tiene que empezar por las instituciones estatales, y también sobre las iniciativas privadas, para conservar la belleza de esos espacios que distinguen a Cuba.
La Red fue creada en diciembre de 2008 para apoyar la gestión en el manejo de las ciudades históricas, promover y coordinar trabajos de restauración, arqueología y cuidado de los valores patrimoniales.
En un inicio estuvo conformada por las ciudades patrimoniales de La Habana, Santiago de Cuba, Camagüey, Trinidad y Cienfuegos y luego se fueron sumando Bayamo, Baracoa, Sancti Spíritus, Remedios y Matanzas, y más recientemente Viñales.
Patricia Rodríguez Alomá, secretaria ejecutiva de la Red, señaló que las Oficinas del Historiador en su esencia consideran a la cultura como motor del desarrollo y al ser humano como sujeto fundamental de ese proceso.
Para ello aplican un modelo de desarrollo integral de la ciudad patrimonial con un enfoque basado en la sostenibilidad económica, el desarrollo local, la participación ciudadana y la recuperación de los valores, expresó.
Aseguró la especialista que uno de cada tres cubanos vive en una ciudad patrimonial y se beneficia de lo que se puede hacer en esos lugares.
Entre los logros de las Oficinas mencionó haber formado una fuerza de trabajo de alto nivel y competencia; la recuperación de inmuebles y espacios públicos valiosos, y la atención a grupos vulnerables.
También se ha hecho una gestión importante mediante la cooperación internacional con unos 400 proyectos que han movilizado más de 100 millones de dólares durante varios años, y se crearon una facultad universitaria con una carrera que se estudia en La Habana y Camagüey y ocho escuelas taller en siete provincias.
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