Steinmeier anunció en mayo pasado su intención de presentarse para un segundo mandato, algo inusual en la política en este país y en momentos en que su Partido Socialdemócrata (SPD) se encontraba por detrás de la conservadora Unión Democristiana en los sondeos de opinión.
Pero tras los comicios de enero pasado, el candidato del SPD, Olaf Scholz, fue elegido como canciller federal, con el respaldo del Partido Liberal y de los Verdes, que formaron una mayoría en el legislativo, la cual garantiza la citada reelección, comentó Deustche Welle (DW).
Sin embargo, la elección del jefe de Estado, con poderes limitados, cuenta con la asistencia de mil 412 personas en la Convención Federal, que se reúne cada cinco años e incluye a 736 diputados del Bundestag e igual número de personas elegidas en 16 estados.
Este último grupo de participantes cuenta con personalidades de la cultura, el deporte y la ciencia. En este año se decidió invitar para ese foro, que solo sesiona para elegir al mandatario germano, a personas vinculadas al combate a la pandemia de Covid-19, señaló DW.
Steinmeier posee poderes limitados, pues, aunque representa al estado alemán, carece de prerrogativas para dirigir las fuerzas armadas o poner en marca leyes de emergencia, ni tampoco decidir la disolución del Parlamento.
Pero el jefe de Estado actúa como una especie de árbitro cuando se produce un estancamiento político. Así, puede decidir si el Bundestag es disuelto en caso de moción de censura contra el jefe de Gobierno.
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