La idea del plan surgió en 2019 durante una conferencia organizada por la Asociación Sirio-Británica en la universidad de Damasco y abarca soluciones integrales a los problemas que sufre este río desde su nacimiento hasta su desembocadura, dijo Ghada Bilal, directora del proyecto y decana adjunta del Instituto Superior de Planificación Regional.
Precisó que el proyecto se basó en valoraciones y estudio exhaustivo de la realidad del río, determinar la contaminación del mismo y dar tratamiento a sus problemas que tienen aspectos urbanísticos, medioambientales, históricos, turísticos o culturales.
El proyecto, según explica Bilal, se ejecutará durante un periodo de cuatro a cinco meses y se llevará a cabo por expertos sirios, en coordinación con los ministerios de Recursos Hídricos, Obras Públicas y Administración Municipal y Medio Ambiente, y las gobernaciones de Damasco y Damasco-campo.
El Barada nace en la cordillera de Antilíbano, cerca de la localidad de Zabadani y a unos mil 100 metros de altura, y entra en Damasco mediante seis lugares, de los cuales bebían los habitantes de la urbe, y luego atraviesa Ghouta Oriental, donde miles de hectáreas se riegan de su agua.
El río tiene una longitud de 84 kilómetros y su caudal se redujo la mayor parte del año por la sequía mientras la contaminación lo afecta cuando alcanza el centro de la ciudad.
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