El director de ese sello musical perteneciente a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), Marcos Campins, indicó que en el segundo semestre comenzarán esos trabajos, con la peculiaridad de que se extenderán por todo el país después de finalizar en esta zona oriental.
Esas realizaciones tendrán lugar en los propios entornos donde esas agrupaciones cultivan esos ritmos y bailes ancestrales, inscritos en las más auténticas tradiciones sostenidas al paso de siglos que tienen un espacio significativo en los Festivales Internacionales del Caribe, exaltó.
Consideró amplio y ambicioso ese proyecto conjunto, uno de cuyos resultados será la incorporación de esos registros a las más de 600 matrices que atesoran esos estudios, en los que sobresalen obras de personalidades relevantes del pentagrama cubano.
Antecedentes de esas compilaciones mencionadas por Campins son Vida y muerte del santero, realizada por el estudioso de las religiones afrocubanas Abelardo Larduet, de la Casa del Caribe, y Los orishas cantan y cuentan, de la investigadora Marta Cordiés.
Aunque esas piezas no formaron parte de un proyecto único, sino que tuvieron carácter aislado, según valoró el director del ente discográfico, son tenidas en cuenta como sucede también con la consagrada a la trayectoria del coro Voces del milagro, del emblemático poblado de El Cobre.
Otros ámbitos para esos redescubrimientos se relacionan con la huella de la cultura haitiana en esta geografía oriental como son las comunidades de Barrancas y de Thompson, además de las comparsas carabalíes y otras de significativo arraigo en la espiritualidad de diversas vecindades.
Con estas experiencias in situ se remediará en buena medida la dificultad para la movilidad de esos colectivos, en ocasiones numerosos e integrados por algunas personas de avanzada edad.
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