El uso del software israelí Pegasus por parte de varios gobiernos quedó en evidencia gracias a una investigación periodística de 17 medios de prensa internacionales que salió a la luz el 18 de julio pasado.
Unos 50 mil números telefónicos en el mundo fueron blanco de posible espionaje a través de ese programa informático, según la indagatoria.
La seguridad nacional no está por encima del respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos, afirmó el comisario de Justicia comunitario, Didier Reynders, ante el pleno del Parlamento regional.
Todo intento por parte de los cuerpos de inteligencia de acceder ilegalmente a los datos de abogados, periodistas, fiscales, militantes de la sociedad civil u opositores políticos, es completamente inaceptable, sostuvo.
Las competencias sobre el tema recaen en los Estados miembros, pero estos no quedan exentos de la legislación europea porque actúen por interés nacional, continuó.
Ante el plenario el comisario dijo que el Ejecutivo comunitario espera que las autoridades de protección de datos en cada país usen sus competencias para investigar de manera independiente la posible utilización del “software”.
Esas palabras, según analistas, son una clara alusión a Polonia y Hungría cuyos gobiernos asumieron en uso del programa informático, pero que están en la mira del ente comunitario por otros temas relativos al Estado de derecho.
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