Dzhambazki es objeto de cuestionamientos por efectuar el saludo fascista en el hemiciclo, hecho que él niega, según fuentes del mecanismo integracionista.
Existen normas internas de la Eurocámara regulatorias del comportamiento de los diputados en el ejercicio de sus funciones, que debe caracterizarse por el respeto y basarse en «los valores y principios establecidos en los Tratados y, en particular, en la Carta de los Derechos Fundamentales».
Los parlamentarios preservarán la dignidad de la Eurocámara y no dañarán su reputación; tampoco comprometerán el desarrollo normal de los trabajos, no perturbarán el buen orden del salón de sesiones, y se abstendrán de comportamientos incorrectos», señalan las directivas comunitarias.
Tras los hechos en cuestión Dzhambaki ofreció disculpas en Twitter por lo que, según sus palabras, fue un saludo inocente.
Durante esa sesión legislativa los eurodiputados hablaban sobre el Estado de derecho, tras una decisión de la justicia europea, la víspera, relativa a la reducción de los fondos financieros para aquellos países que incumplen los valores y principios comunitarios.
Dzhambazki criticó esa sentencia y acusó a la Unión Europea (UE) de tratar de «avergonzar» a Hungría y Polonia.
Ambos países están en la mira de la UE por lo que Bruselas califica de violaciones a la libertad de expresión y manifestación.
Los gobiernos de Budapest y Varsovia están sujetos hoy al cumplimiento de las normativas europeas sobre el Estado de derecho para acceder a los fondos de recuperación.
Ahora Metsola deberá invitar a Dzhambazki a presentar sus alegaciones por escrito o a defenderse en una audiencia, tras lo cual se le comunicará por correo certificado el posible castigo, según el protocolo comunitario.
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