La jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock; y su homólogo marroquí, Nasser Burita, resaltaron el interés en fortalecer los lazos de amistad, bajo la premisa del respeto mutuo.
El texto explica que para el nuevo capítulo de los nexos ya retornó la embajadora marroquí a Berlín, mientras que próximamente se designará al representante germano en Rabat.
Durante las próximas semanas, se establecerán las pautas para profundizar en el diálogo y la cooperación, con miras a resolver los desafíos regionales y globales en el futuro, explicaron ambos ministros.
Luego de una vídeoconferencia, los dos ministros explicaron el propósito de superar “los malentendidos que han surgido”, si bien no entraron en detalles.
Las relaciones se reencauzaron después de que, el pasado mayo, el Ministerio alemán de Relaciones Exteriores redactara el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, hecho que Rabat consideró como una intromisión a su soberanía sobre la región africana.
Al referirse a la crisis, la ministra alemana apuntó que es de interés para Europa continuar unas relaciones que hasta el pasado marzo eran provechosas.
El giro en la disputa diplomática entre Berlín y Rabat contrasta con el caso español, aún pendiente de resolución.
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