En declaraciones a Prensa Latina durante un seminario sobre este tema organizado por el Ministerio de Economía y Finanzas(MEF), la funcionaria del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), estimó que la Covid-19 exacerbó desigualdades ya existentes, por eso es medular que la fiscalización popular al buen uso de esos recursos.
La pandemia con sus cifras globales, dijo, expone cada día realidades locales por eso abogamos porque las políticas públicas sean institucionales y no solo sectoriales, aclaró.
En su comparecencia en el seminario del MEF, recordó, mencionamos que al enfocar este problema no es lo mismo una mujer indígena en una comarca, que una afrodescendiente en un centro urbano o ser pobre, sin acceso al trabajo, ni formación alguna para acceder a un puesto de labor.
Es decir, precisó, si el presupuesto se hace y ejecuta sobre la base de resultados, ello permitirá al Estado identificar vacíos y trabajar en su modificación, priorizando los grupos poblacionales más vulnerables.
La agenda 2030 que traza los Objetivos para del Desarrollo Sostenible, agregó, indica la necesidad de enfrentar la inequidad, por lo que a través del mejor uso en el istmo de ese instrumento financiero, se podría avanzar más.
Socasas mencionó a Chile, Colombia y México, entre otras, como naciones de la región con experiencias relacionadas con mayor eficiencia a partir de esa metodología.
Opinó además que para 2022 las expectativas de reanimación económica de Panamá permiten aseverar que podría ir por igual camino, pero todavía falta, remarcó.
La macroeconomía es muy importante, dijo, pero no olvidar la microeconomía, la situación del ciudadano de a pie y se debe trabajar de conjunto para alcanzar avances tangibles, medibles, comentó.
Interpelada por mecanismos del PNUD para dar seguimiento a estos asuntos, dijo que más allá de tributar conocimientos generales, quienes tienen la responsabilidad del día a día son las instituciones públicas, nacionales y territoriales, pero es clave el control ciudadano para que los financiamientos respondan a realidades y necesidades de las comunidades.
Los pobladores deben convertirse en agentes activos del desarrollo, sentenció. No esperar que el otro lo haga sino decir cómo puedo colaborar para que los fondos destinados, por ejemplo, a construir 20 escuelas, se cumplan; pero también sea superior la calidad de la educación.
De esa manera, concluyó, sería sustancial el aporte de la población a las funciones de las carteras de Economía y Finanzas, Salud y Educación, entre otras, para que a partir de evidencias proyecten qué falta por hacer. Este martes durante el seminario sobre normas generales de administración presupuestaria, el ministro del MEF de Panamá, Héctor Alexander, instó a sus principales decisores a cambiar el paradigma en la elaboración y ejecución de esos fondos en base a resultados, algo en lo que el país centroamericano anda rezagado, admitió.
Añadió que aunque la economía se ha recuperado, para el 2022 tiene grandes retos en materia de recaudación y mencionó a la construcción como uno de los sectores importantes para la generación de valor agregado y ocupación.
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