A tal decisión llegó el Grupo Asesor Técnico (GAT) de la entidad al analizar la evidencia más reciente relacionada con la enfermedad, en la cual incluyó los datos disponibles de transmisión, gravedad, reinfección, diagnóstico, terapéutica e impacto de las vacunas.
Como parte de su trabajo en curso para rastrear la variante, los expertos confirmaron que Ómicron resulta actualmente la dominante a nivel internacional y representa casi todas las secuencias notificadas por los centros autorizados.
De sus sublinajes, los más comunes son BA.1, BA.1.1 y BA.2 y, según la OMS, la última aumentó en comparación con la primera en las últimas semanas; sin embargo, informó que la trasmisión global de todas las circulantes está disminuyendo.
Los estudios demostraron que BA.2 tiene una ventaja de crecimiento sobre BA.1 e investigan para comprender ese fenómeno, pero los elementos iniciales sugieren que parece inherentemente más contagiosa, señaló el GAT.
Los especialistas de la OMS también analizaron datos de laboratorio preliminares de Japón generados utilizando modelos animales sin inmunidad al SARS-CoV-2, los cuales destacaron que BA.2 puede causar una enfermedad más grave en hámsters en comparación con BA.1.
Consideraron, por otra parte, elementos del mundo real sobre la gravedad clínica de Sudáfrica, el Reino Unido y Dinamarca, donde la inmunidad por inmunización o infección natural es alta. En estos, no recibieron cotejos en la gravedad entre BA.2 y BA.1, aseguraron.
La agencia sanitaria de las Naciones Unidas subrayó que continuará monitoreando de cerca el linaje BA.2 como parte de Ómicron y pidió a los países continuar vigilantes, para monitorear e informar secuencias, así como realizar análisis independientes y comparativos de los diferentes sublinajes de esa variante.
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