Dicha grande, como decía el Apóstol, contar con la Sociedad Cultural José Martí (SCJM). Su ejemplo nos compromete con el momento histórico que vive la sociedad cubana y, a su vez, la humanidad cuando suenan los tambores de la guerra, afirmó el dirigente durante la clausura de la VI Asamblea Nacional de Socios de la entidad, celebrada en esta capital. Polanco insistió en la necesidad de sumar a la juventud del país, plenamente identificada con los valores del Apóstol.
Martí está en los genes de la nación cubana. Su pensamiento está en esa resistencia creativa que nos hace levantarnos ante los obstáculos del bloqueo, destacó en la reunión de clausura e insistió en el rol decisivo de la SCJM ante la batalla cultural e ideológica desplegada por los enemigos de la Revolución cubana.
Durante el proceso asambleario se presentó a la nueva Junta Nacional de la SCJM, tras los resultados de la votación que ratificó al doctor en Ciencias Históricas, Eduardo Torres Cuevas como su actual presidente, quien lideró el debate en torno a los múltiples logros, retos y desafíos de la institución.
A juicio de la directora del Centro de Estudios Martianos, Marlene Vázquez, urge difundir la obra de Martí desde el rigor de la academia, sin caer en el elitismo y con la precisión de su palabra dicha y escrita pues actualmente abundan tergiversaciones de su pensamiento.
De cara al futuro, los representantes que dignifican la labor de la SCJM en todas las provincias del país discutieron acciones concretas que elevarán el alcance de la ideología martiana y su vigencia apelaron al enfoque nacional de la entidad para socializar las mejores experiencias.
En su informe anual, la entidad que aglutina a más de 16 mil miembros despegados en 137 consejos y 1388 clubes martianos a lo largo de la isla incluyó el trabajo de las comisiones enfocado al funcionamiento interno, el fortalecimiento de los clubes martianos y la preservación del patrimonio de las tarjas y bustos emplazadas en el entorno comunitario.
En el encuentro, el Coro Nacional de Cuba dirigido por la maestra Digna Guerra entonó las notas del Himno Nacional y La Bayamesa, cuya partitura original presidió la reunión junto a la versión de la orden de alzamiento firmada por Martí en 1895, en tributo al aniversario 127 del reinicio de las luchas independentistas en el país.
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