La tierra que lo acogió desde que llegó en 1993 con su guitarra en mano, donde amó, creó su familia y derrochó su cubanía a través del arte, fue testigo de un concierto-tributo a Rafa, quien con su vozarrón, carisma y autenticidad caló hondo en esta Buenos Aires que lo vio partir en 2021, víctima de la Covid-19.
Con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y del embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, entre otras personalidades, el auditorio Argentina del Centro Cultural Kirchner vibró al ritmo de clásicos de De La Torre e indispensables boleros del repertorio cubano como 20 años, Lágrimas negras o Perla marina.
Aplausos, lágrimas, sonrisas, las emociones palpitaron en cada interpretación de una veintena de artistas, sobre todo de esos jóvenes que le dieron eternas gracias al maestro por sus enseñanzas.
Al concierto llegaron los mensajes también de sus colegas cubanos, quienes recordaron a Rafa en aquellos años fundacionales del movimiento de la Nueva Trova como Liuba María Hevia, Augusto Blanca y Ángel Quintero, quienes destacaron la simpatía, el talento, la pasión de un hombre que dentro del arte, con su humor, le puso acordes propios a un género.
Presente también uno de sus amigos, el cubano Víctor Casaus, director del Centro Pablo de la Torriente Brau, quien además de leer uno de los poemas del músico, recordó su amistad, entrega, solidaridad y hermandad que forjó entre cubanos y argentinos.
Uno a uno, los artistas, secundados por los músicos, bajo la dirección del cubano Raúl Monteagudo, fue regalando su arte en honor al maestro.
En ese sentido, destacaron Andrea Llama con su interpretación de 20 años o Juan Salinas con su versión de El ratón, quien levantó al público de los asientos. La interpretación del colombiano Jeyson y el rap de Malena D’Alessio, con una imperdible versión de Lágrimas negras, hicieron una noche mágica en el escenario.
«Rafa era un dios de la voz, un dios del pregón, era cubano pero también era nuestro», expresó Malena entre aplausos.
Como cierre, otra gran amiga de De la Torre, la trovadora argentina Paula Ferre, acompañada de jóvenes voces, interpretó por todo lo alto Que manera de quererte. «Que manera de quererte Rafita que manera», se escuchó en un coro multiplicado por el público.
«Olé, olé, olé, Rafa, Rafa», gritaron los presentes. El corazón a flor de piel cuando su viuda, acompañado por su hijo, subió al escenario.
«Nos unió el amor a Cuba, a un compromiso enorme por el arte. Dejó 27 años acá de la cultura de su país, nos enseñó a todos la cultura de esa isla que es inmensa, bella y tiene todo lo que deseamos para el alma. En cada lugar por donde pasó dejó una semilla para poder valorar su tierra que es nuestra también», expresó emocionada su viuda.
Desde el fondo, un grito casi al final. Viva Cuba. Viva Rafa. Así cerró esta velada en honor al trovador, leal con su guitarra a su patria hasta el último suspiro de su vida.
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