Cabrisas explicó que los dos países deben encontrar la manera de alcanzar los objetivos propuestos en sus agendas a largo plazo. En el caso de la isla pese al complejo contexto internacional busca cumplir los propósitos del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, mientras Angola trabaja en una estrategia hasta el 2025.
De acuerdo con el vice primer ministro cubano ambas naciones pueden fortalecer las relaciones en proyectos y negocios concretos como la inserción eficaz de la colaboración de Cuba en los distintos ejes estratégicos angoleños que abarcan políticas en sectores de la población, educación, enseñanza superior, desarrollo de recursos humanos, asistencia, protección social vivienda, cultura y deportes.
La nación antillana trabaja por lograr la exportación de bienes y servicios, entre los cuales se incluyen los productos farmacéuticos y de la biotecnología, una industria de alta tecnología y competitividad sustentada en las ideas concebidas por el líder histórico de la Revolucion cubana, Fidel Castro, subrayó Cabrisas.
Igualmente, resaltó la importancia de la participación del capital extranjero y la actualización anual de la Cartera de Oportunidades de la Inversión Extranjera, un espacio donde Angola pudiera incrementar su presencia en diferentes sectores para avanzar en este camino, un propósito esencial en el programa.
Es necesario incrementar el intercambio en los diferentes actores económicos de ambos países en especial de las grandes empresas que constituyen el sostén de la economía, destacó Cabrisas.
Por su parte, De Almeida resaltó que esa visita oficial refuerza los lazos históricos de amistad, cooperación y hermandad que unen a las dos naciones.
El también jefe de la Casa Civil de la Presidencia de Angola significó que entre los nuevos retos de la nacián africana se encuentran la diversificación de la actividad económica para dejar de ser un estado dependiente de las exportaciones petroleras y aprovechar sus potencialidades internas.
Para ello, dijo, la cooperación internacional ocupa un lugar estratégico para alcanzar nuestros objetivos respetando el principio de igualdad soberana entre los estados.
En el caso de Cuba, consideró que además de las áreas tradicionales es fundamental abrir otra página en la colaboración. Angola al igual que la isla es un país abierto a la inversión y reiteramos nuestro interés y deseo de crear las condiciones necesarias para diversificar la economía y crear riquezas para generar empleo en la sociedad.
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