A menos de cuatro meses de la lid de los cinco aros, el púgil Julio César La Cruz, campeón en Río de Janeiro 2016, fue uno de los protagonistas de la fecha, que acogió a otras 114 personas de las preselecciones de boxeo y lucha, así como a sus entrenadores y miembros del Instituto de Medicina Deportiva (IMD).
Esto es un logro del sistema de salud, de los científicos. Algo así solo es posible en una nación como la nuestra, dijo La Cruz, conocido como ‘La Sombra’ y cuatro veces monarca mundial (Bakú 2011, Almaty 2013, Doha 2015, Hamburgo 2017) del arte de Fistiana.
El pueblo siempre estará agradecido, y el mejor regalo de los atletas a los involucrados será seguir la preparación con mucha disciplina, llegar a Tokio y, en mi caso, convertirme en doble rey olímpico, declaró al medio digital Cubadebate.
Astros del ring como Arlen López y el adiestrador Rolando Acebal también formaron parte del estudio de intervención poblacional de Soberana 02, que se encuentra en fase III de ensayos clínicos masivos, ampliados a cientos de miles de personas en esta capital.
Acebal, jefe técnico de la escuadra caribeña, retribuyó a todos los involucrados y ensalzó el momento: Es un honor que se haya elegido a nuestros púgiles para la vacunación en medio de este complejo escenario, afirmó al citado portal online.
De acuerdo con la máster en Ciencias Ana María Montalvo, subdirectora del IMD, el esquema de inmunización tendrá un intervalo de 28 días, con dos dosis del fármaco y una tercera de Soberana Plus, además de un seguimiento individual de los casos, explicó Cubadebate.
La mayor de las Antillas tiene previsto inocular a todos los integrantes (atletas, entrenadores y directivos) de su delegación olímpica y paralímpica para Tokio 2020, cita multidisciplinaria programada entre los meses de julio y septiembre venideros.
Actualmente, Cuba, territorio conocido en el mundo por sus avances médicos, desarrolla de forma exitosa las fases III de Soberana 02 y Abdala, y otros tres en estudios previos, para afrontar los embates de la pandemia.
De concretar el éxito, la nación caribeña certificaría las primeras vacunas de creación propia contra la enfermedad Covid-19 en América Latina y el Caribe.
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