Resulta una medida extrema aquí, antes probada con éxito, que repite cuando la mayor isla del Caribe enfrenta un tercer rebrote de la enfermedad con números inéditos respecto a nuevos contagios y fallecidos.
De acuerdo con el Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, se refuerzan los mecanismos de control de entrada a la ciudad, para lo cual entró en vigencia un sistema de permisos de acceso por puntos de control establecidos y la violación de esta norma será multada.
Las personas registradas en otras provincias y que residan en la capital cubana portarán una tarjeta especial, mientras se facilitará la entrada de quienes reciben tratamiento médico en esta ciudad.
El gobernador de La Habana, Reinaldo García, argumentó que funcionarios de ‘primer nivel’ en los municipios de la capital estarán en puestos de decisión con el objetivo de alcanzar mejores resultados en el combate a la pandemia.
También esbozó medidas para impedir contagios en instituciones públicas, en particular de personal médico en zonas de vulnerabilidad.
Adelantó asimismo que crecen las capacidades hospitalarias, centros de aislamiento, incluso para los viajeros que llegan al país, obligados a régimen de internamiento.
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