En la reunión de balance anual del Ministerio de Cultura, el mandatario señaló que la Isla se opone sin ambigüedades al uso de la fuerza contra cualquier Estado y tiene claridad sobre el valor y el principio de las normas internacionales que sirven de protección contra el unilateralismo, el imperialismo y el hegemonismo.
Como país pequeño lo entendemos mejor por vivir asediado hace más de 60 años, bajo una amenaza constante, hemos sufrido el terrorismo de Estado, la agresión militar, la guerra bacteriológica, y un brutal bloqueo, dijo Díaz-Canel, según reseña el sitio web de la Presidencia de la República.
Reafirmó que la nación antillana defiende firme y consistentemente el derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que fue firmada por los jefes de Estado y Gobierno en La Habana, en el 2014.
Explicó que estos principios y normas se han defendido con firmeza y con coherencia en todos los escenarios, en los que además se han opuesto a la manipulación política y a los dobles raseros.
Al analizar el conflicto que se desarrolla en Europa en estos momentos señaló que se trata de un asunto grave, de extrema complejidad, cuyas raíces históricas, y las más recientes, no se pueden ignorar, como no pueden desconocerse las condiciones que han conducido a esa situación.
Este conflicto pudo evitarse si se hubieran atendido con seriedad y respeto los fundados reclamos de las garantías de seguridad de la Federación de Rusia ante el cerco militar ofensivo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que ha llevado a ese país a una situación límite.
Alertó el mandatario cubano que utilizar las sanciones económicas, comerciales y financieras como instrumento de presión contra cualquier país, no resuelve tampoco la actual crisis sino que le echa más leña al fuego y agrava la situación económica internacional.
Díaz-Canel apuntó que Cuba alertó de manera permanente y oportuna en los diferentes foros y eventos internacionales sobre esta situación.
Reafirmó que la nación caribeña continuará abogando por una solución diplomática seria, constructiva y realista, de la actual crisis en Europa, por medios pacíficos, que garanticen la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad, y la seguridad regional e internacional.
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