Las repercusiones económicas de una propuesta de prohibición de las importaciones de petróleo y gas ruso alimentan la angustia entre los legisladores que debaten sobre qué hacer con la subida de precios, algo convertido en un gran problema político para el presidente Joe Biden.
Existe un movimiento bipartidista impulsado por el senador Joe Manchin (demócrata) y Lisa Murkowski (republicana) para prohibir las importaciones rusas de energía, pero a algunos azules, subrayó The Hill, les preocupa que pueda ser un bumerán si conduce a una mayor inflación.
Los legisladores temen que las compañías petroleras puedan utilizar la prohibición como excusa para aumentar aún más los precios de la gasolina y acaben recibiendo la culpa.
Asimismo, esa acción puede ser usada por los republicanos para aumentar los llamamientos para abrir las tierras federales a la exploración de petróleo y gas, algo que Biden y sus aliados demócratas no quieren hacer.
El senador Chris Murphy (demócrata por Connecticut) dijo a los periodistas el lunes que el petróleo y los productos refinados rusos representan cerca del 10 por ciento de las importaciones de energía de este país y advirtió que los republicanos están ansiosos por culpar al Presidente por el aumento de los precios, apuntó The Hill.
«Seamos claros. Los republicanos van a aplaudir la prohibición del petróleo y el gas rusos y luego van a castigar a la administración Biden por el aumento de los costos de la energía», dijo.
Los precios de la gasolina alcanzaron un nuevo máximo el lunes, llegando a 4,10 dólares por galón, eclipsando el anterior récord establecido en 2008.
La propuesta de prohibir las importaciones rusas recibió un gran impulso político la semana pasada, cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California), adoptó la idea.
Pero el Gobierno de Biden y el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Charles Schumer, aún no están convencidos de prohibir las importaciones de productos de Rusia, especialmente cuando parece probable que Washington actúe solo.
Los aliados europeos señalan que no están dispuestos a ir tan lejos.
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