Los franceses tienen una opinión muy matizada sobre la cuestión de la inmigración, a pesar de que durante el inicio de la actual campaña para las elecciones presidenciales esté siendo utilizado por muchos candidatos como objeto de controversia.
Los resultados mostraron porcentajes muy diferenciados entre votantes de izquierda e incluso de centro derecha, un 90 por ciento de los cuales no considera la inmigración entre los principales problemas de Francia, frente a los simpatizantes de los dos candidatos de extrema derecha, Marine Le Pen y Eric Zemmour, cuya proporción baja al 45 y el 22 por ciento, respectivamente.
Otra de las valoraciones mayoritarias fue el apoyo mostrado por el 54 por ciento de los entrevistados a mantener el sistema de reagrupación familiar para inmigrantes, que permite a un extranjero no europeo traer a su cónyuge e hijos a Francia, mientras que Le Pen y Zemmour quieren suprimirlo y la conservadora Valérie Pécresse, endurecerlo.
De manera general seis de cada diez encuestados creen que “hay demasiados extranjeros en Francia” actualmente, si bien más de ocho de cada diez encuestados (83 por ciento) se declaran favorables a la acogida de desplazados ucranianos en Francia, aunque siempre con porcentajes notablemente inferiores entre los seguidores de Le Pen (66) y Zemmour (55).
Por último, las opiniones se mostraron muy divididas en cuánto al peso de la inmigración en la campaña electoral, con un tercio (33 por ciento) que considera que candidatos y medios de comunicación no hablan lo suficiente de ello, frente al 37 que piensa se habla lo necesario y el 30 restante que se cita demasiado.
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