Durante ese período de casi 50 años, provocaron también un tercio de las víctimas fatales así como pérdidas económicas por desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua, precisó la entidad en un comunicado.
Sin embargo, resaltó, el número de fallecidos se redujo drásticamente debido a mejoras en los pronósticos, las alertas y la reducción de riesgos, objetivos incluidos en el Programa de Ciclones Tropicales (TCP, por sus siglas en inglés).
“Gracias a los marcos institucionales regionales implementados, el número de muertos de decenas de miles debido a un solo ciclón tropical es cosa del pasado”, aseveró el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
Los desafíos aparejados al cambio climático hacen que el TCP sea cada vez más relevante actualmente, afirmó el físico finlandés, justo antes de del Día Meteorológico Internacional, a celebrarse el próximo 23 de marzo.
La OMM estableció dicho programa en respuesta a las expiraciones y la devastación que dejaron muchos ciclones tropicales, como el Bhola en 1970 en territorio perteneciente ahora a Bangladesh, causante de unas 500 mil personas sin vida.
Los efectos nocivos de tal fenómeno condujeron a diferentes llamados internacionales en la Asamblea General de las Naciones Unidas para encontrar formas y medios en aras de mitigarlos.
Entre los logros del TCP en los servicios operativos destaca una tendencia constante de disminución en los errores de pronóstico, cuando ya un estimado de la trayectoria de un ciclón tropical de cinco días es tan preciso como el de dos hace treinta años.
A ello se suma, la vigilancia de ciclones tropicales las 24 horas y en todo el orbe, con constelaciones de satélites apoyadas por miembros operadores de satélites y organizaciones asociadas.
Después de la implementación del TCP durante casi medio siglo, la OMM calificó de lección aprendida que los miembros deben establecer un sistema de alerta temprana continuo, que abarque el espectro completo de áreas operativas.
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