En el mismo primer acto, Mujica, hombre con experiencia en el sistema de las Grandes Ligas estadounidense, hizo un elegante swing en conteo de 2-2 y la pelota Teammate viajó por todo el jardín derecho hasta sobrepasar las cercas del estadio José Antonio Huelga, de esta ciudad.
La slider, un envío en forma de cuchillo cuando sale del brazo derecho de Blanco, no quedó en el lugar indicado, y Matanzas, vigente campeón y favorito de la mayoría, hizo suya la ventaja en el pizarrón ante los retadores Alazanes de Granma.
Empero, el programa dio una rotación de 180 grados y Blanco (5-0) protagonizó un recital de ocho partituras completas, al compás de dos carreras, cuatro hits, tres ponches y un boleto, para alcanzar su quinta victoria sin la sombras del revés en los playoffs del certamen.
La cantidad de éxitos está lejos de ser un dato desechable, porque el estelar lanzallamas diestro igualó el récord de mejor promedio de ganados y perdidos en postemporadas, con otros cuatro pitchers.
‘Estoy dispuesto a darlo todo por el equipo’, manifestó minutos después de repetir la hazaña que antes únicamente lograron José Ariel Contreras (Pinar del Río, 37SN), Miguel Alfredo González (La Habana, 48 SN), Vladimir García (Ciego de Ávila, 51SN) y Freddy Asiel Álvarez (Villa Clara, SN52).
‘Fue un gran juego de béisbol’, añadió sobre la actuación de compañeros y oponentes, aunque la sonrisa solo pudo verse en su rostro luego de vencer 3-2 a los Cocodrilos, que -esta vez- quedaron anonadados ante la maestría de Blanco.
Todavía con sudor en la frente y ante los medios de comunicación en la conferencia de prensa, el número 79 de los Alazanes espetó: ‘Solo dos batazos me dieron’, en clara alusión al otro bambinazo de la jornada, cuya autoría fue del matancero Aníbal Medina en el sexto capítulo.
No obstante, subrayó que ‘supimos venir de abajo y ganar el juego de pelota’, y, entonces, un ligero suspiro escapó de sus labios, algo comprensible si se tiene en cuenta que lanzó 102 serpentinas al pentágono en un partido de dos horas y nueve minutos de duración.
El otro héroe de la tropa del manager Carlos Martí resultó Osvaldo Abreu (4-1, 2CI, 1K), intérprete de un triple decisivo en el quinto inning. ‘Me había ponchado en el turno anterior’, recordó sobre su actuación versus el perdedor, Yoanni Yera (2-2, 8.0, 3C, 5H, 11K, 1BB).
Abreu puso a viajar la redonda entre left y center, y llevó hasta el ‘home plate’ al jardinero izquierdo Alexquemer Sánchez, autor de un tubey, y al guardabosque central Roel Santos, quien negoció antes una base por bolas.
Así, Granma cobró la entrada al teatro en forma de diamante del Huelga y aniquiló los sueños de Matanzas, que anhelaba exhibir sus aptitudes y sacarle música a los maderos, una misión frustrada por la pericia de Lázaro Blanco.
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