En declaraciones a Prensa Latina, Ernesto Domínguez, investigador del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de La Habana, consideró que se trata de una medida poco costosa para Washington cuando se acercan las elecciones legislativas.
“Hay que interpretarla teniendo en cuenta varios elementos: por un lado hay en estos momentos una coincidencia absoluta de agencias estadounidenses sobre la no existencia de un supuesto ataque sónico a los diplomáticos en La Habana”, señaló.
En 2017 ese falso argumento sirvió al entonces presidente republicano, Donald Trump, para desmantelar la embajada de Washington y adoptar en lo sucesivo 243 medidas adicionales al bloqueo impuesto a la isla.
Según Domínguez, la actual administración demócrata no ha reconocido la invalidez de esta teoría porque hay intereses políticos detrás y los afectados han hecho presión para exigir una compensación por los incidentes de salud.
“Entonces ellos quieren mantener la dualidad de restablecer los servicios y al mismo tiempo no desechar los criterios que se han manejado sobre los supuestos ataques sónicos”, agregó.
En opinión del experto, otro elemento a tener en cuenta es la presión que ejercen cubanoamericanos que desean mover a sus familiares y piden viabilizar el flujo migratorio.
“Nos estamos acercando a elecciones de medio tiempo en 2022 que se prevén muy peleadas por la pérdida de apoyo a la actual administración y están buscando formas para atraer votantes, sobre todo en el importante Estado péndulo de la Florida”, comentó.
Por otro lado, reanudar los servicios de la Embajada permite además restablecer parte de las funciones interrumpidas y mantener un nivel de presencia en Cuba.
El investigador enfatizó que la Casa Blanca persiste en el discurso sobre supuestas violaciones de derechos humanos en la isla y mantiene las medidas coercitivas unilaterales de Trump.
Domínguez recordó que Cuba aún representa una molestia para los intereses de predominio en la escena internacional que defiende Washington, en medio de la crisis interna que vive el país norteño.
“Estados Unidos ha mosrado su incapacidad para atraer aliados y establecer alianzas con otras naciones en busca de la cooperación sin que ello signifique una subordinación política completa”, acotó el especialista.
Respecto a Cuba -puntualizó- la política de Estado de esa nación tiene una larguísima historia vinculada a la idea de mantener o recuperar el control sobre la isla a partir de criterios geopolíticos.
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