El ministerio tiene que asumir sin cortapisas ni timidez el papel rector que tiene sobre este asunto, insistió el jefe de Gobierno, quien resaltó que la carencia de edificaciones para las familias es uno de los temas que más preocupa y afecta a la población.
El pasado año en la nación caribeña se terminaron 18 mil 645 residencias, por lo que el plan previsto fue incumplido en un 42 por ciento y la cifra quedó un 39 por ciento por debajo de lo realizado en 2020, de acuerdo con el diario Granma.
Las limitaciones que incidieron mayormente en estos resultados fueron el déficit de cemento, acero, áridos, materias primas de importación para la carpintería metálica, muebles sanitarios y otros artículos, dijo el titular de la Construcción, René Mesa.
Para 2022 el país aspira a concluir 37 mil 991 viviendas y hasta el momento avanza con mayores terminaciones y un mejor fondo en ejecución, según dieron a conocer en el encuentro.
Cuba tiene un déficit habitacional de alrededor de 900 mil inmuebles entre la necesidad de nuevas construcciones y las labores de rehabilitación, de ahí que desde el 2019 pusiera en práctica un programa para contrarrestar la situación en el entorno de 10 años.
Las carencias económicas, la pandemia de Covid-19 y los problemas organizativos y de eficiencia no han permitido cumplir con los objetivos previstos hasta el momento.
Frente a ese escenario, Marrero llamó a buscar alternativas para la producción de materiales y avanzar en los propósitos propuestos, en tanto exigió a los gobiernos locales prestar a la actividad la atención que merece.
En la reunión trascendió que el Ministerio de la Construcción controla 12 programas constructivos, mientras el sistema empresarial atendido por el organismo trabajó en 2021 en más de 300 obras, de ellas 86 de continuación para 2022, con 35 prioridades.
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