“Es un orgullo recibir una medalla de la OMPI, no solo para los investigadores que trabajaron en el desarrollo de las vacunas antiCovid-19, sino como cubanos”, declaró Guillén a Prensa Latina tras ser distinguido en esta capital en presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Que un organismo de gran prestigio reconozca las innovaciones trascendentes de nuestro país, significa la prioridad que ha dado el gobierno de la mayor de las Antillas a las ciencias, subrayó el directivo del CIGB.
Los resultados que se están obteniendo sin duda alguna impactan en el desarrollo social, y en este caso particular contribuyen al combate de una epidemia tan dañina para nuestro pueblo como es la Covid-19.
Estamos muy orgullosos de nuestra contribución y recibir este reconocimiento, pero más allá de que tengan en cuenta nuestra labor, hay que darle el crédito al país y a nuestro pueblo, sentenció Guillén.
Previamente, el director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Daren Tang, elogió los logros de Cuba en materia innovación, los cuales permitieron salvar vidas dentro y fuera de la nación caribeña.
Al intervenir en el acto de entrega de la Medalla de Oro para Inventores, Tang destacó la presencia de Díaz-Canel.
Que el jefe de Estado esté presente en esta ceremonia es muestra de la importancia que le concede el gobierno de la nación caribeña a la ciencia, tecnología e innovación, resaltó Tang.
Aunque no hemos salido del túnel de la Covid-19, estamos convencido que a través de los adelantos científicos, la cooperación y las alianzas podemos pasar página a este difícil capítulo vivido por la humanidad, aseguró el directivo de la OMPI.
Tang recordó que las vacunas antiCovid-19 de Cuba no constituyen un hecho aislado, es resultado de una larga historia.
De hecho muchos países reciben desde hace décadas inmunógenos cubanos para combatir diferentes enfermedades, dijo el directivo, quien elogió la alta tasa de personas adultas vacunadas contra la pandemia, incluso el segmento pediátrico.
Destacó que la mayor de las Antillas fue la primera nación en eliminar la transmisión del VIH de la madre al hijo, y contar con un inmunizador contra la Hepatitis B y la Meningitis B.
En el acto fueron reconocidos los creadores de las vacunas cubanas antiCovid-19 Soberana 01, Soberana 02, Abdala y Mambisa.
El Programa de Medallas de Oro de la OMPI se estableció en 1979 con el propósito de estimular la actividad innovadora en todo el mundo, en particular en los países en desarrollo.
Hasta la fecha, Cuba es merecedora de una decena de estos agasajos por la obtención de productos como el medicamento Heberprot-P, del Centro de Ingeniería Genética y de Biotecnología (CIGB), y la invención titulada Anticuerpos monoclonales antiCD6 para el tratamiento y diagnóstico de la psoriasis, del Centro de Inmunología Molecular.
La primera de estas fue recibida en 1989 por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) por el inmunógeno contra el Meningococo (Neisseria Meningitidis) del grupo B, y en 1999 le siguió el Policosanol ó PPG, fármaco de múltiples usos, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas.
En este caso se reconoce de manera particular a los científicos creadores de las vacunas contra el SARS-CoV-2.
Soberana 01 y Soberana 02 fueron desarrolladas en Cuba por el IFV, mientras Abdala y Mambisa se gestaron en el CIGB.
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