En declaraciones a la prensa el delegado de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en La Habana, significó que esos lineamientos están acordes con los postulados de la 37 Conferencia Regional para América Latina y el Caribe, que hasta el próximo viernes tiene lugar en Quito, Ecuador.
Resende adelantó que por la prioridad y atención que reciben esos cambios de las máximas autoridades del país, el ministro cubano de la Agricultura, Idael Pérez, hablará este miércoles en el evento sobre qué se hace para mejorar la producción, la nutrición, el medioambiente y calidad de vida en materia de seguridad y soberanía alimentaria y nutricional.
En tal sentido destacó los programas aprobados para la descentralización de las políticas y planes agropecuarios, en aras de lograr una agricultura más horizontal y menos vertical con la participación de los territorios desde las decisiones hasta las estrategias concretas que redunden en la producción, comercialización y consumo de productos del campo.
Igualmente resaltó la adopción del Plan para la Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional y el proyecto de Ley de Soberanía y Seguridad Alimentarias y Nutricional, que expresan el compromiso de Cuba con estos temas.
El representante de la FAO precisó que la 37 Conferencia Regional tiene lugar en un momento muy delicado para los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe, agravados por la pandemia de la Covid-19, y ahora por el conflicto en Ucrania, con graves consecuencias para el comercio y el suministro de trigo, gas, fertilizantes y otras materias primas.
Acotó que el hambre en esta parte del mundo aumentó considerablemente y se encuentra en su punto más alto en los últimos 22 años, con 60 millones de personas víctimas de ese flagelo, después de un incremento del 30 por ciento entre 2019 y 2020.
Resende agregó que cuatro de cada 10 latinoamericanos, 267 millones, vivieron inseguridad alimentaria en 2020, 60 millones más que en el año precedente, el alza más pronunciado del mundo.
Por esas razones, destacó, la FAO dirigió su accionar hacia los sistemas alimentarios sostenibles para proporcionar dietas saludables para todos, mano de obra para lograr sociedades rurales prósperas e inclusivas, y agricultura sostenible y resiliente, precisamente las grandes prioridades de los debates de la Conferencia.
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