Según adelantó la canciller británica, Liz Truss, en un comunicado, los suministros serán canalizados a través de las instituciones de Naciones Unidas y de otras organizaciones no gubernamentales confiables para evitar que vayan a parar a manos del gobierno talibán.
La ministra de Relaciones Exteriores agregó que Londres está apoyando a 60 hospitales afganos y garantizando alimentos a 4,4 millones de personas a través del Programa Mundial de Alimentos y ayuda de emergencia, agua, protección y educación a otros 6,1 millones mediante el Fondo Humanitario de la ONU para Afganistán.
El gobierno británico hizo el anuncio sobre la nueva donación en vísperas de una conferencia internacional en la que Naciones Unidas espera recaudar al menos cuatro mil millones de dólares para ese país centroasiático.
De acuerdo con cálculos hechos por esa instancia internacional, alrededor de 10 millones de niños afganos necesitan ayuda humanitaria urgente para sobrevivir, y el Programa Mundial de Alimentos advirtió este lunes que podría verse obligado a detener sus operaciones en ese nación si los donantes internacionales no aportan los fondos solicitados.
Afganistán, donde el movimiento islámico Talibán retomó el poder en agosto pasado tras la salida intempestiva de las tropas de ocupación lideradas por Estados Unidos, se enfrenta a una catástrofe humanitaria grave, con millones de personas que sufren hambre y se ven imposibilitadas de cubrir sus necesidades básicas.
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