La doctora Grisell Rodríguez, oficial del programa del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) en la isla, presentó el documento que este año recoge los factores socioeconómicos, políticos, jurídico-normativos y culturales determinantes en este fenómeno y los disímiles retos en el camino a su disminución.
En el Palacio de Convenciones de La Habana, la especialista significó que la mitad de los embarazos en el mundo son no intencionales (121 millones cada año) y solo el 57 % de las mujeres están en capacidad de decidir sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos.
Las investigaciones apuntan a que es esta es una problemática que incrementa en aquellas sociedades con niveles más bajos de desarrollo, mayor desigualdad de género y mortalidad materna, a la vez que los índices tienden a ser menores en aquellos países con leyes más flexibles de aborto, puntualizó Rodríguez.
Por su parte, la doctora Livia Quintana insistió en elementos que influyen en la disminución de la capacidad de decisión de las mujeres, como la pobreza y la desigualdad de ingresos, desequilibrios de poder en la pareja, la brecha urbano-rural, la posibilidad de acceder a métodos anticonceptivos modernos y de calidad, entre otros.
En ese sentido, el informe mundial Visibilizar lo invisible: la necesidad de actuar para poner fin a la crisis desatendida de los embarazos no intencionales, remarca que el incremento “abrumador” de las estadísticas representa un fracaso mundial en la defensa de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas.
Frenar su avance las pondría en capacidad de poder acceder a otras garantías como la movilidad social y ascensión en el trabajo, así como permitiría el mayor desarrollo de las comunidades, aseveró Quintana.
Una estrecha relación con este tema tiene el embarazo en la adolescencia, preocupación de Unfpa y prioridad para las máximas autoridades de Cuba, señaló, y añadió que muchas veces está asociado a prácticas de violencia doméstica.
Al referirse a los desafíos, la profesora del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana y asociada del UNFPA en la nación caribeña, mencionó la apuesta por la autonomía corporal, la inclusión de las mujeres en las políticas públicas y la educación integral de la sexualidad.
De igual forma, llamó a ampliar el acceso a una amplia gama de anticonceptivos, reducir las barreras para completar la educación e incorporarse al empleo, invertir en el empoderamiento femenino y destacar los costos de oportunidad que representa para el desarrollo individual y social los embarazos no intencionales.
La presentación del informe forma parte de la agenda de una cita mundial que reúne hasta este jueves en Cuba a casi mil delegados de 13 naciones, bajo el lema central Infancias, adolescencias y juventudes posCovid-19: activismo, equidad y justicia social.
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