El portavoz del ente militar ruso, mayor general Ígor Konashénkov, calificó de mentiras las recientes palabras del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, ante diputados noruegos.
Según el mandatario, Moscú se encarga de “minar el mar” y bloquear los barcos extranjeros en los puertos de su país para recoger armas.
Konashénkov informó que del 25 de febrero al 4 de marzo, “los restos de las fuerzas dragaminas de la Armada ucraniana” colocaron 370 minas de anclaje y “diseño obsoleto del tipo YAM-1” en el mar Negro y otras 50 del mismo tipo en el mar de Azov.
Asimismo, acusó a Kiev de retener 68 buques pertenecientes a Turquía, China, Suiza, Grecia, Malta, Panamá, Islas Marshall, Sierra Leona, Comoras, Belice, Liberia, Islas Caimán, Dinamarca y Siria en los puertos de Chernomorsk, Odesa, Nikoláyev y Yuzhny.
Explicó que cada día, desde las 08:00 hasta las 19:00, hora local, su país abre un corredor seguro de 80 millas náuticas de longitud y tres millas náuticas de ancho para que estos buques salgan de las aguas territoriales de Ucrania en dirección suroeste.
Este martes, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, declaró que las Fuerzas Armadas de Ucrania están utilizando de manera imprudente ciertos tipos de armas y así crean amenazas en varias regiones, incluido el mar Negro.
“Se ha creado una amenaza real para la navegación de buques civiles en el mar Negro”, advirtió el alto jefe militar, quien recordó que en días recientes las fuerzas turcas desactivaron dos minas marinas frente a la costa de Rumanía y en el estrecho del Bósforo.
El ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, anunció la decisión de su país de poner en alerta máxima los dragaminas y los aviones de la patrulla marina debido a las bombas a la deriva en aguas de la región.
“Las minas se detectan en nuestra región, no en el lado ruso o ucraniano. En este contexto cooperamos con Rumanía y Bulgaria, que también tienen costa en el mar Negro”, dijo, informó la agencia de noticias Anatolia.
El 19 de marzo, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia afirmó que las minas colocadas por la Marina ucraniana en los accesos a los puertos del mar Negro podrían estar a la deriva en el estrecho de Bósforo y el mar Mediterráneo debido a la ruptura de los cables.
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