El mandatario abordó el tema en su conferencia de prensa mañanera en el Palacio Nacional cuando un periodista le informó con nombres y apellidos quiénes son los empresarios que están detrás de las manifestaciones de supuestos indígenas contra la obra.
López Obrador recordó que la principal misión de su Gobierno es acabar con la corrupción, eliminar el saqueo y, por eso, se ven a supuestos ambientalistas, defensores de los derechos humanos y otros grupos que omitían en el neoliberalismo las violaciones de todo lo que ahora supuestamente defienden esos falsarios.
En el caso del Tren Maya, dijo, es claro que la gente apoya la obra en beneficio del sureste, una de las zonas más abandonadas del país. Y es sencillo explicarlo, señaló.
Recordó que en el período neoliberal de 36 años el norte creció 4,0 por ciento, el centro 2,0 y el sur-sureste cero porque en esas más de tres décadas se dedicaron a sacarle toda su riqueza al sur-sureste sobre todo el petróleo que integraba el presupuesto nacional, el cual tomaba 40 centavos de cada peso del crudo de Campeche, Tabasco y Chiapas.
También se robaban toda su madera preciosa, en particular la caoba que le vendían a Nueva York cuyas fastuosas decoraciones interiores de sus edificios emblemáticos están confeccionadas con árboles mexicanos robados a las etnias originarias.
Pero no les dejaban nada, y ahora es distinto, no se deja abandonado a nadie, el desarrollo es horizontal y no se deja afuera a ningún estado. Los corruptos lo que quieren es mantener aquel régimen y están queriendo descarrilar al Gobierno, pero no van a poder, señaló.
Denunció que quienes se oponen son grupos de intereses muy fuertes y de mucho dinero, que incluso contratan mercenarios hasta de cierta prensa para formar alboroto y hacer creer que el Tren Maya tiene opositores en los indigenas, aunque saben que todos lo apoyan, finalizó.
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