Ha muerto un gran intelectual, raíz bayamesa y proyección universal, un ensayista profundo, sensible, visceral, cubanísimo. Sobre años grises, él puso luces que le sobreviven. Mucho vamos a extrañar a Ambrosio Fornet. Mis condolencias a Cuba, refirió el mandatario en su cuenta de Twitter.
Con una fecunda obra, Fornet legó texto de amplia valía en el campo de la crítica literaria como Narrar la nación; En blanco y negro; Las trampas del oficio y El libro en Cuba, siglos XVIII y XIX –fruto de una investigación de años, en la que rescató documentos inéditos y una copiosa bibliografía especializada dedicada al movimiento editorial cubano en la época colonial.
En vida, realizó estudios de Literatura norteamericana en New York University (1957) y de Cultura Hispánica en la Universidad Central (hoy Complutense) de Madrid (1958-59).
Varias veces fue jurado del Premio Casa de las Américas, en dos ocasiones del Premio Latinoamericano y Caribeño Juan Rulfo, de los Premios Nacionales de Literatura de Colombia y del Premio Sor Juana Inés de la Cruz en Guadalajara, así como del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Durante 20 años fue editor, sucesivamente, del Ministerio de Educación, la Editorial Nacional y el Instituto Cubano del Libro en tanto presidió el Consejo Editorial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y fue asesor del Instituto Cubano del Libro.
Asimismo, recibió el Premio Nacional de Edición (2002), y numerosas distinciones por la Cultura Nacional, Alejo Carpentier, Raúl Gómez García, Ciudad de Bayamo y José María Heredia, estas últimas otorgadas por la Uneac de Bayamo y de Santiago de Cuba, respectivamente.
mem/chm