Convocado por el Grupo Iberoamericano de este desarrollo (Gicca), de cuya directiva forma parte el país caribeño, se propuso poner a punto las tecnologías en dispositivos implantables, así como en el avance de las técnicas quirúrgicas y estrategias de rehabilitación.
Otro de los objetivos principales fue la difusión, interrelación e intercambio de conocimientos entre todos los profesionales involucrados en el tratamiento de la hipoacusia.
Para ello los organizadores viabilizaron una agenda de 15 específicos temas relacionados con este logro científico de particular importancia para la salud y el bienestar de la niñez requerida.
Cuba estuvo presente con una delegación integrada por los profesores Antonio Paz, otocirujano, y coordinador del Programa Cubano de Implantes Cocleares, Sandra Bermejo, audióloga, Manuel Sevila. Otocirujano y la rehabilitadora Idania Valdés.
Ellos presentaron la experiencia de trabajo su país donde se realizaron 538 implantes, desde el primer extracoclear en 1987 y luego en 1997 se iniciaron los intracocleares para extenderlo a la población pediátrica en 2001.
En Cuba, entre uno y tres niños de cada mil nacidos vivos pueden tener sordera severa-profunda y, de ellos, solo un 30 por ciento necesitaría un implante coclear, y aun así este programa nacional es uno de los priorizados por el Estado cubano.
El programa es de alcance nacional y totalmente gratuito, y goza de prestigio internacional, como se reconoció en el Congreso, por la preparación de los especialistas, la disponibilidad de la tecnología más avanzada, el mantenimiento de la rehabilitación y habilitación de por vida y la integración con la familia y la escuela.
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