Al emplear observaciones de instrumentos a bordo de satélites de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA), los autores comprobaron una rápida degradación de la calidad del aire y un aumento de la exposición urbana a gases peligrosos para la salud.
En toda la muestra hallaron aumentos anuales significativos de hasta un 14 por ciento en el caso del dióxido de nitrógeno (NO2) y de hasta un ocho en el de las partículas finas (PM2,5), así también detallaron los valores del amoníaco y de los compuestos orgánicos volátiles reactivos.
Los científicos atribuyeron el fenómeno a las industrias emergentes y a fuentes residenciales como el tráfico vehicular, la quema de residuos y el uso generalizado de carbón vegetal y leña.
«La quema de biomasa a cielo abierto para el desbroce de tierras y la eliminación de residuos agrícolas dominó en el pasado de forma abrumadora la contaminación atmosférica en los trópicos», explicó el autor principal, doctor Karn Vohra.
Nuestro análisis sugiere que estamos entrando en una nueva era de contaminación atmosférica en estas ciudades, ya que algunas experimentan índices de degradación en un año que otras alcanzan en una década, remarcó el profesor de Geografía de la británica University College de Londres (UCL).
El alza del número de personas fallecidas prematuramente por exponerse a esta contaminación fue mayor en las urbes del sur de Asia, en particular en Dhaka, Bangladesh, y en las indias de Mumbai, Bangalore, Calcuta, Hyderabad, Chennai, Surat, Pune y Ahmedabad.
El artículo enfatizó que, aunque actualmente las víctimas fatales en las ciudades tropicales de África son menores debido a recientes mejoras en la asistencia sanitaria, los peores efectos llegarán probablemente en las próximas décadas.
La contaminación atmosférica continúa su traslado de una región a otra, subrayó la doctora Eloise Marais, igualmente miembro de la UCL, quien afirmó que esperan incentivar con los resultados del estudio la acción preventiva.
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