El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió un 1,2 por ciento durante el tercer mes de 2022, marcado por la subida en los costos en los alimentos y la gasolina, que representó más de la mitad del incremento.
Según la Asociación Estadounidense del Automóvil, el precio medio del carburante se disparó hasta un máximo histórico de 4,33 dólares por galón, afectado por las sanciones económicas de Estados Unidos a Rusia.
En los 12 meses transcurridos hasta marzo, el IPC se aceleró un 8,5 por ciento, tras el aumento del 7,9 por ciento en febrero. Por sexto mes consecutivo, la tasa interanual se situó por encima del seis por ciento.
Excluyendo los alimentos y la energía, el IPC subyacente subió un 0,3 por ciento y la tasa interanual de este indicador creció un 6,5 por ciento, el mayor avance desde agosto de 1982.
En ese contexto, analistas confirman que la Reserva Federal (Fed) podría subir las tasas de interés 50 puntos básicos en mayo.
Tras tres años sin incrementos, el banco central estadounidense aumentó los tipos de interés oficial 25 puntos básicos y no descartó un aumento importante en el futuro.
Algunos economistas prevén que marzo podría marcar el máximo de la tasa anual del IPC, pero advierten que la inflación se mantendrá muy por encima del objetivo del dos por ciento de la Fed al menos hasta 2023.
car/att