“La nueva ola, incluida su fuerza, dependerá de cómo actuemos. En particular, tanto los temas relacionados con la revacunación como los relacionados con el cumplimiento de las normas y reglas sanitarias”, respondió el alto funcionario en declaraciones al canal Rusia 24.
Murashko puso los ejemplos de China y varios países europeos donde ya se manifestaron crecimientos de los índices de contagios.
“Podemos ver que, en primer lugar, las olas, en comparación con el periodo anterior, se solaparon y se repitieron. Los tres meses y medio de este año ya demostraron que, de hecho, seguimos, más o menos, el mismo camino que en 2021”, apuntó.
El titular advirtió que todas las olas registradas hasta ahora, cada una fue más fuerte y potente en comparación con la anterior.
Para el infectólogo ruso Evgueni Timakov, el aumento en la incidencia no estará dado por cómo se desarrolle la situación ahora, sino teniendo en cuenta la mutación de la infección por coronavirus.
“Con el tiempo, después de cinco o seis meses, se reduce la inmunidad de las personas que han tenido el coronavirus y si hay nuevas cepas de la infección, entonces es teóricamente posible un aumento en la incidencia”, explicó.
Consideró que en este momento “no hay requisitos previos serios para esto, pero podemos suponer que teóricamente habrá un aumento en la incidencia”.
Según el epidemiólogo Vasili Vlásov, una nueva ola de propagación es casi inevitable, y la única pregunta es cuándo y cómo de grande será.
“Yo me la esperaba ya en marzo, siguiendo la ola de la variante ómicron. Esto es exactamente lo que sucedió en varios países europeos”, subrayó el experto.
En su opinión, “la posibilidad de que suceda de mayo a junio es bastante realista, y si la tendencia actual continúa, incluso con una alta incidencia de casos graves, debería haber pocos, pero los habrá”.
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