Luego de un 2021 con bajos niveles de suministros de recursos para las plantas industriales, en particular las de cemento con serias limitaciones de combustible y energéticos por el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, para este año está proyectado un notable incremento que hará posible elevar el nivel constructivo del país.
Durante una intervención en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda, Mesa destacó que para el corriente están previstos niveles superiores en las entregas de pisos cerámicos con dos millones de metros cuadrados y 120 mil piezas de muebles sanitarios con una calidad superior.
En estas aspiraciones, explicó, tiene una importante responsabilidad la empresa mixta cubana-vietnamita Viglacera con nuevas inversiones en las plantas industriales para cambios de formato y superior calidad de los productos, lo que acelerará cubrir las necesidades nacionales, sustituir importaciones y proyectar la exportación de esos renglones.
Pese a que ya se crece en materiales constructivos la demanda del país y de la población es muy superior a los niveles actuales de la producción, subrayó el titular del ramo.
En relación con el cemento, uno de los insumos esenciales para la ejecución del plan de construcción, para este año se prevé llegar al millón 400 mil toneladas a lo que contribuirán las inversiones realizadas en la planta del Mariel en la occidental provincia de Artemisa y en la de Sancti Spítitus y Cienfuegos del centro de la isla, resaltó.
Mesa destacó asimismo el avance en las nuevas plantas localizadas en Camagüey y Santiago de Cuba, cuyas obras civiles deben concluir este año para iniciar el montaje tecnológico y la producción en el próximo y así garantizar ese producto en la región oriental. Actualmente la demanda nacional de cemento asciende a cuatro millones de toneladas.
El Ministerio de la Construcción tiene bajo su dirección 12 programas en sectores prioritarios como el industrial con la modernización de la planta siderúrgica Antillana de Acero, la mayor del país, los parques eólicos y solares fotovoltáicos, fábricas de bebidas y refrescos, la acuicultura, fábricas de lácteos y conservas, procesadoras de soya y la construcción de presas.
También se incluyen 15 plantas beneficiadoras y secadoras de granos, la reparación y ampliación de edificaciones de la salud, la recuperación de playas, industrias de hormigones asfálticos, conductoras, plantas de tratamiento de residuales y potabilizadoras, viviendas y para este año más de tres mil habitaciones hoteleras, entre nuevas y recuperadas.
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