La población normal de bacterias en el tracto digestivo de los infantes se mantuvo no obstante a la sustancia química en el líquido tomado y, por otra parte, les redujo la diarrea y el uso de antibióticos, confirmaron los autores.
La cloración del agua potable permite que los microbiomas de ellos prosperen y hagan su buen trabajo para mantener la salud, remarcó el equipo de científicos dirigido por la estadounidense Universidad Tufts.
Eso es muy importante, especialmente en los primeros años de vida, planteó el estudio, en el cual participaron la Universidad de California, el Centro Internacional para la Investigación de Enfermedades Diarreicas de Bangladesh y el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuáticas.
«Sin duda, más averiguaciones pueden ser útiles para comprender todos los efectos a largo plazo del consumo de agua clorada en la salud», afirmó Maya Nadimpalli, profesora asistente de investigación en ingeniería civil y ambiental en Tufts.
Empero, resaltó, aclaramos que los microbiomas están protegidos después de al menos un año de exposición y que la cloración del agua puede salvar cientos de miles de vidas.
“Es muy alentador que un método de tratamiento de agua tan ampliamente utilizado y de bajo costo no cause daños al desarrollo de los niños”, aportó por su parte Amy Pickering, quien dirigió el ensayo original y a los participantes.
Ingenieros de diferentes partes del mundo idearon formas simples y de bajo costo para purificar el agua potable en países de bajos ingresos empleando cloro, pero a muchos padres preocupa supuestos daños a las bacterias beneficiosas de los niños.
Los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos dan cuenta que más de dos mil pequeños fallecen cada día a nivel global simplemente porque carecen de agua potable.
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