Abdala, uno de los cinco candidatos vacunales que potencia la nación en su lucha contra la Covid-19, cuenta ya con más de 90 mil personas en ensayos clínicos en su fase III, y su aplicación ya se extiende desde hace semanas por varias provincias del oriente cubano.
Para los profesionales de la Salud Pública de esta región, distante de la Habana poco más de 540 kilómetros, las dosis estarán espacias en 14 días, acción que fortalecerá el propio sistema de asistencia sanitaria dirigido a una población de cerca de 800 mil habitantes.
La infraestructura hospitalaria de Camagüey figura entre las más grandes del país con dos centros asistenciales dedicados a la atención a pacientes contagiados con el SARS-CoV-2, además de un Laboratorio de Biología Molecular y varias instituciones de aislamiento.
En la capital provincial, la tercera ciudad más poblada de Cuba, se experimentó en las últimas semanas una tendencia al aumento de casos positivos con el virus, una panorámica que obliga a proteger en la primera línea a los médicos y profesionales de la ciencia.
Instituciones como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y el Instituto Finlay, están a la vanguardia de esta nación, que avanza con alternativas y fórmulas como Mambisa, y Soberanas 01 y 02.
La mayor de las Antillas pretende inmunizar a su población antes de finales de 2021, además de proveer con estas vacunas, en especial países con menos recursos.
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