El epílogo de la temporada entre los Cocodrilos matanceros y los Alazanes de Granma marcha 2-3 favorable a los segundos, que perdieron la víspera una oportunidad de oro para sellar su tercer título en los últimos cinco años, tras levantar el trofeo en 2017 y 2018.
Pero el concurrente azar le jugó en contra al equipo del veterano mentor de 72 años, Carlos Martí, quien, anonadado, observó el ‘wild pitch’ del serpentinero Miguel Paradelo en el noveno inning y recordó el rostro de la derrota al decretarse el revés por 3-4.
Sin embargo, como la vida misma, el béisbol está colmado de matices y la historia estimula a Martí y sus muchachos, mientras los matanceros ocupan sus pensamientos en esta fecha de descanso en trazar estrategias para evitar el colapso y forzar el último juego de la serie pactada al mejor de siete.
Cuentan las estadísticas que anteriormente 13 finales presentaron balance de 3-1, y, para dicha de los Alazanes, nunca el plantel que estuvo debajo logró la remontada, por lo que los Cocodrilos están obligados a protagonizar un hecho inédito en el principal torneo de bolas y strikes en la isla.
Además, solo dos nóminas remaron contra corriente hasta igualar 3-3: Sancti Spíritus (2002) y Pinar del Río (2014), pero el soponcio resultó mayúsculo al caer en una orilla en forma de séptimo pleito.
Los Gallos espirituanos cedieron versus Cachorros de Holguín (3-4), en uno de los playoffs más peleados y atractivos de siempre, y los Vegueros pinareños claudicaron frente a Tigres de Ciego de Ávila (3-4).
Así, los Alazanes maximizan sus aspiraciones a través de cifras, porque también tienen en cuenta que dominan 11-6 el ‘dual meet’ particular contra los Cocodrilos en postemporadas, después de eliminarlos 4-1 y 4-3 en las semifinales de 2017 y 2018, justo cuando concluyeron en la cúspide.
Los datos anteriores revelan algo significativo: Granma nunca ha perdido una final, y, para colmo, el hecho de haber comenzado 2-0 arriba la eliminatoria le otorgó un 83 por ciento de posibilidad de mantener esa condición de invicto.
Resulta que un total de 17 disputas por el trofeo empezaron con dos reveses en línea, y únicamente tres equipos revirtieron la situación hasta coronarse: Santiago de Cuba (1999), Industriales (2009) y el propio grupo del entrenador Carlos Martí (2018).
Dicho esto, el contexto parece poco atractivo para el monarca, que deberá mejorar sus prestaciones si el designio colectivo es mantener el estatus que lograron en 2020 después de una década entre coqueteos y ensayos inútiles.
La última victoria nos otorgó mucha confianza, dijo a Prensa Latina el pitcher Noervys Entenza, ganador del último choque luego de sacar tres outs en la parte alta del noveno capítulo.
Acto seguido, en conferencia de prensa, su director Armando Ferrer gritó a los cuatro vientos que volverá a darle la pelota Teammate para abrir mañana el sexto cruce de armas, en el diamante del estadio José Antonio Huelga, sede de la ‘burbuja’ organizada en esta ciudad.
Por ello, el propio serpentinero derecho sugirió que rendirse no está entre las opciones de Matanzas, porque vestir de campeón ofrece un plus que invita a creer en imposibles y otorga una confianza a prueba de balas.
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