Fue desde precisamente una pequeña loma entre los linderos de los municipios camagüeyanos de Najasa y Jimaguayú, Vista Hermosa, donde Fidel diseñara el conocido como proyecto de la cuenca lechera, en la región más ganadera del país.
La idea se materializó en la década de los 80 y trata de renacer en la actualidad, momentos en que Cuba precisa de mayores índices en la producción de alimentos.
Consciente de la situación, Arnaldo Gil, director general de la empresa agropecuaria Jimaguayú, de 27 años de edad, conversó con Prensa Latina.
“Sabemos que mucho del futuro pasa por la producción de alimentos, la idea del Comandante sirvió para manejar mejor diferentes especies de ganado, y lograr más eficacia en la explotación”, señaló.
Su juventud no le impide dialogar con criterio sobre “el factor rojo que era una especie de gran potencial y que mantenemos hoy en busca de revitalizar el sector, siempre con el protagonismo de la nueva generación de campesinos y que no se vayan a la ciudad”.
La política gubernamental en la isla caribeña ha facilitado distintas normativas en los últimos años para estimular la producción campesina.
“Tenemos resultados palpables que inciden directamente en la comunidad, y los productores pueden llegar a ganar hasta 20 mil pesos cubanos en un mes, se sienten más respaldados”, manifestó Gil.
En sus más de 16 mil kilómetros cuadrados Camagüey cuenta con las dos Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) de mayores aporte de leche a la industria, con cifras superiores al millón 200 mil litros contratados anualmente.
En los predios de las alturas de Vista Hermosa, también hace medio siglo, Fidel Castro inauguró el Instituto Politécnico Agropecuario “Pino Tres”, donde este año se proyecta inaugurar un laboratorio científico para el análisis patológico de la masa bovina, valorado en 11 mil euros.
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