En declaraciones a medios de prensa oficiales, Arkadiusz Frymarkiewicz, responsable de los trabajos de rescate, estimó que hasta que no se reduzca la acumulación de metano en el interior de la mina es demasiado peligroso continuar con las operaciones.
Durante la noche del jueves se registraron cuatro explosiones en el túnel de la mina de Pniówek (sur del país), donde los rescatadores buscan sobrevivientes entre los mineros, 10 de los cuales resultaron heridos, tres de ellos gravemente.
La madrugada del martes se produjo otra detonación por la acumulación de gas metano en un túnel situado a mil metros de profundidad, y como consecuencia murieron cinco mineros y 21 más resultaron heridos, cinco de ellos de gravedad.
Pocas horas después, un grupo de rescatistas se vio sorprendido por una segunda explosión, a la que siguió un derrumbe que dejó aisladas a siete personas.
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