Fuentes de la Casa Dranguet, Centro de Divulgación e Interpretación del Patrimonio Cultural Cafetalero, y de la Oficina del Conservador de la Ciudad, informaron que ese proyecto se inserta en Los Caminos del Café, iniciativa internacional que promueve ese legado y el bienestar de esos enclaves.
Ese empeño por beneficiar las condiciones de habitabilidad de esos entornos incluye el empleo de la energía solar para el funcionamiento de una sala de video y el consultorio médico, recintos que se emplean a su vez para la evacuación de los moradores ante contingencias naturales.
Insertada también en el Paisaje Arqueológico de los antiguos cafetales franceses del sur-oriente cubano, declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2000, la Gran Piedra atesora en su hacienda La Isabelica uno de los principales exponentes de esa significativa huella cultural.
Involucrados principalmente en el alistamiento de una red de distribución hidráulica mediante paneles solares, que alcanza también hasta la bodega y la escuela, laboran los especialistas europeos, junto a trabajadores cubanos, a partir de un donativo de unos 30 mil euros.
En una segunda fase las faenas favorecerán el saneamiento de las aguas residuales, con un aporte de alrededor de 12 mil euros y la perspectiva de la colocación de filtros cerámicos y bombas de cloro en los hogares.
Toman parte también de estos propósitos la Asociación Cuba Cooperación Francia, la Fundación Electricidad de ese país, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y el gobierno municipal.
Además del beneficio en el acceso al agua, los pobladores de la comarca lo tendrán igualmente con el de la electricidad, mediante ese aprovechamiento de las bondades naturales en un paraje de proverbial belleza, al que acuden decenas de turistas nacionales y foráneos.
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