En la carta enviada al mandatario, reelegido en su cargo el pasado domingo, el colectivo Familias Unidas consideró llegado el momento “de darles la protección que todos los niños merecen” y demandaron cumplir “con nuestros compromisos internacionales y, en particular, de respetar la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, de la que Francia es signataria”.
El colectivo consideró que estos niños son “víctimas, reconocidas como tales por Naciones Unidas, Unicef o la Cruz Roja” y viven “sin protección, sin cuidados adecuados, sin acceso a la educación, sin esperanza” en los campos de desplazados bajo control kurdo en Siria.
Durante la campaña electoral Macron se comprometió a poner la protección de la infancia en el centro de su legislatura, razón por la cual el colectivo de familiares señaló que “ya es hora de cambiar de rumbo y dar a estos niños, que también son víctimas del Estado Islámico, su oportunidad”.
La asociación, que reúne gran parte de las cerca de 80 esposas de yihadistas y a 200 niños franceses retenidos en campos del noreste de Siria, consiguió desde 2016 el retorno de 126 niños franceses que se encontraban en Siria o Irak, la mayoría de ellos jóvenes.
Sin embargo, el gobierno de París mantiene una política de retornos parciales, lo que ha motivado importantes críticas de la ONU debido a que las condiciones de vida para mujeres e hijos de yihadistas son extremadamente duras.
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