En la Segunda Conferencia Regional de la Unión Internacional de Sindicatos de Jubilados y Pensionados de la Región América, acotaron que el optimismo influye en la calidad del envejecimiento de los individuos.
El jefe del departamento de atención al adulto mayor del Ministerio de Salud Pública, Alberto Hernández, precisó que el cubano cuando llega a 60 años de edad tiene una esperanza de vida de 22 más, y al cumplir los 88 puede vivir otros nueve.
Para atender la dinámica demográfica, Cuba estableció su propia política que incluye estimular la fecundidad, atender las necesidades de la creciente población de 60 años y más, y permitir el empleo mayoritario de las personas aptas para trabajar.
En tanto, los datos ofrecidos por el director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, Diego Enrique González, indican que el envejecimiento poblacional es más intenso en el occidente y centro del país, en las zonas urbanas y en las mujeres.
Para ser más realistas, sentenció que la mayor de las Antillas nunca llegará a 12 millones de habitantes y que en el futuro disminuirá la población de todos los grupos de edades.
Sin embargo, ante estas conclusiones, los académicos reafirmaron que lo importante es ofrecerle a los adultos mayores una vida segura y digna.
Ante tales indicadores, la voluntad del Estado cubano es proteger a estas personas y a quienes estén en situaciones de vulnerabilidad para que ninguno quede desamparado, reafirmó la Directora Jurídica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Yudelvis Álvarez.
Los 220 delegados e invitados a la Segunda Conferencia Regional conocieron también que en la isla caribeña casi concluye el proceso de consulta popular del Proyecto del Código de las Familias, el cual reconoce el papel de las personas mayores en los hogares y en la transmisión de valores para la formación de las nuevas generaciones, acotó la vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba, Yamila González.
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