La institución cultural capitalina mencionó entre sus obras El rapto de las mulatas, galardonada en 1938 durante la segunda entrega de la Exposición Nacional de Pintores y Escultores; y otras de la época como Dos Ríos, Combate, Las bañistas de la laguna y Campesinos felices.
El artista de la nación caribeña, nacido el 3 de agosto de 1900 en la entonces provincia central de Las Villas, mantuvo durante las décadas de 1930 y 1940 una intensa labor expositiva de sus creaciones en países como Estados Unidos, México, Haití, Guatemala y Argentina.
Por esos años, también dictó conferencias, escribió artículos e ilustró libros, entre estos, Son Entero y Elegía a Jesús Menéndez, del poeta Nicolás Guillén; y Canto del Caribe, de Alberto Riera; asimismo, en 1947, diseñó la escenografía del ballet Antes del alba.
En el campo literario, resalta la publicación de volúmenes como Tilín García y las novelas La vuelta de Chencho y La feria de Guaicanama, publicadas tras el triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959.
El intelectual de la isla José Antonio Portuondo reconoció en Carlos Enríquez que “fue uno de los más talentosos renovadores de la plástica cubana y el amante más fiel y constante de la tierra cubana, sus criaturas y leyendas, en las cuales está la raíz de un auténtico arte cubano”.
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