Esta jornada, representantes de agrupaciones sindicales y sociales denunciaron desde La Habana las acciones de Washington contra esos Estados, reclamo que se sumó al presentado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y activistas de otras naciones.
Mediante un comunicado, la presidencia pro tempore de la Celac, ocupada por Argentina, demandó a los organizadores de la cita, prevista para junio próximo, “evitar exclusiones que impidan que todas las voces del hemisferio dialoguen y sean escuchadas”.
La cumbre representa una gran oportunidad para construir un espacio de encuentro en el que participen todos los países de modo abierto e inclusivo, bajo el objetivo unificador de concertar acciones conjuntas, indica el texto.
Además, apunta que las graves consecuencias de la pandemia de Covid-19 en la región demuestran que el diálogo y la cooperación son herramientas claves para el bienestar de los pueblos.
Por su parte, el Grupo de Puebla exigió a la administración de Joe Biden organizar un evento sin discriminación por razones ideológicas, lo cual afectaría las posibilidades de colaboración necesarias para superar las crisis que se avecinan.
Entre los temas centrales de la cita se encuentran el manejo de la pospandemia y el cambio climático, por lo que no tiene ningún sentido dejar fuera a esos países que sufrieron, como todos, los costos sociales del impacto depredador del coronavirus SARS-CoV-2, indica el texto de esa organización.
Todas las naciones latinoamericanas requieren de la cooperación y el intercambio para poder soportar la factura social y atender la reactivación económica en la situación actual. Algunos de ellos, como Cuba, podrían aportar mucho en la prevención y erradicación del virus y sus posibles nuevas variantes, asevera.
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