En un amplio artículo de opinión en el diario La República, Salom indica que Cuba es el país pobre que va más adelante en su experimentación, en el que un papel clave lo desempeñan el Instituto Finlay de La Habana y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnológica (CIGB).
El Instituto Finlay fue fundado en 1991 y su fortaleza radica en la producción de vacunas de origen bacteriano, detalla y señala que ha sido muy exitoso en la producción de no menos de 12 vacunas, comenzando por la antimeningocócida BC.
Refiere que ‘Cuba cuenta con al menos cinco posibles inmunógenos; digo ‘posibles’, pues sus vacunas todavía están en período de experimentación; una de ellas, la Soberana 02 ya se encuentra en fase III; esto implica experimentos de vacunación con grandes poblaciones humanas’.
El 31 de marzo, comenta, concluyó la aplicación de la primera dosis en La Habana a 44 mil 10 personas voluntarias entre 19 y 80 años.
‘Hace falta inyectar la segunda dosis a ese mismo grupo para que Soberana 02 deje de ser ‘candidata’ y se convierta en vacuna con ‘patente de corso’ para ser usada en cualquier país, contando con los estándares de calidad y eficacia requeridos’, apunta.
El también politólogo, exdiputado y exdirigente estudiantil califica de una proeza que el 3 de noviembre de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyera a Soberana 02 en el listado mundial de vacunas antiCovid-19.
‘Algo, de lo más sorprendente en este mundo a veces tan brutal, es que Cuba ya envió desde principios de marzo 100 mil dosis de vacunas Soberana 02 a Irán, fruto de un convenio firmado en enero del 2021, con el objeto de que se realizara otra experimentación en fase III en esta nación’, acota.
Salom cita al presidente del grupo estatal BioCubaFarma, Eduardo Martínez, quien sostuvo que Cuba contará en el segundo semestre de 2021 con 100 millones de dosis de Soberana 02, suficientes para vacunar a toda su población y suministrarlas a otros países amigos.
Asimismo, prosigue, el CIGB inscribió dos candidatas vacunales: Mambisa y Abdala; este última también comenzó la fase III de experimentación, mientras Mambisa comienza con la fase I.
El exrector de la UNA menciona además a Brasil, México, Argentina, Chile, Ecuador y Perú como otros países de América Latina que tienen en perspectiva producir una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2.
Salom asevera que ‘frente a la enorme muestra de egoísmo por parte de los países desarrollados, que concentran para sí las vacunas, sin tomar en cuenta las necesidades de los más pobres de la tierra, ha comenzado a producirse la respuesta de los países pobres que, no obstante, prodigiosamente comienzan a producir la vacuna, en no pocos casos dando muestras de colaboración entre ellos’.
Concluye que ‘es un imperativo ético de todos nosotros apoyar esos esfuerzos y presionar a los gobiernos de los países pobres a unirse frente al egoísmo y la voracidad’.
agp/ale