“Seguimos juntos. Por la satisfacción de nuestras necesidades contemporáneas. Contra la barbarie imperialista-capitalista” son las tres ideas principales recogidas en el lema central del evento inaugurado por Paolo Leonardi, a nombre de la Unión Sindical de Base (USB), única agrupación italiana de su género afiliada a la FSM.
En su intervención, Leonardi señaló las limitaciones impuestas al encuentro por la pandemia, contexto en el cual reconoció la ayuda de Cuba a Italia en lo que consideró un ejemplo de como “un pequeño país sometido a un bloqueo infame” corrió en auxilio de uno de los ocho más industrializados del mundo.
Nunca antes como en esta ocasión resultó evidente que el capitalismo es portador de la muerte y el socialismo de la vida, expresó al precisar que en agradecimiento a Cuba por la asistencia prestada a Italia contra la Covid-19, la USB apoyó la campaña a favor del Premio Nobel por la Paz al Contingente Henry Reeve.
La solidaridad con la nación caribeña fue denominador común de otras intervenciones durante la jornada inaugural del congreso de tres días, en el cual participa una delegación presidida por el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte.
Por otra parte, el miembro del ejecutivo nacional de la USB recordó que este es el segundo congreso sindical mundial realizado en Italia después del efectuado en 1949 en Milán, donde el entonces líder de la Confederación General Italiana del Trabajo, Giuseppe Di Vittorio, fue elegido presidente de la FSM.
Al respecto, rememoró como Vittorio luchó contra la división del movimiento sindical mundial promovido por la estadounidense American Federation of Labor y la británica Trade Union Confederation, proceso que desembocó en la creación de la International Trade Union Confederation, organización procapitalista e imperialista.
La Federación Sindical Mundial regresó a Italia con sus banderas en plazas y centros de trabajo y volvió a ser un punto de referencia militante y de clase, gracias al ingreso de la USB hace más de una década, puntualizó.
Asimismo, al referirse a la crisis en Ucrania, Leonardi recalcó la posición de la USB contra todas las guerras y a favor de la disolución de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La guerra y las sanciones, además de los miles de muertos y destrucción en el campo de batalla, están provocando graves problemas a los pueblos de todo el mundo que sufren las consecuencias del bloqueo de las fuentes energéticas y el desplazamiento de recursos del sector social hacia gastos militares, expresó.
Las masas populares y los trabajadores serán quienes pagarán el precio más alto y también por eso debemos ser determinantes en la batalla contra la guerra, dijo Leonardi al inaugurar el encuentro, en el cual participan, de manera presencial o virtual, más de 400 delegados de un centenar de países.
En la apertura hablaron también el presidente de la FSM, Mzwandile Makwayiba; el secretario general de la organización, George Mavrikos; y la subdirectora del Buró de Actividades de Trabajadores de la Organización Internacional del Trabajo, Anna Biondi, entre otros.
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