Hasta el momento se contabilizan al menos nueve fallecidos luego del siniestro en esta capital y 13 desaparecidos.
De acuerdo con el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, La Habana cuenta con todos los recursos para enfrentar esta situación tanto en equipos médicos como insumos.
El titular aseguró que existe también disposición de sangre, incluso de las provincias cercanas si fuera necesario.
No obstante, las organizaciones de masas y estudiantiles, así como el pueblo capitalino, se han movilizado para llegar hasta las instituciones habilitadas con el fin de recibir donaciones de sangre.
Ante las muestras de solidaridad, la capital dispuso otros lugares dentro de hospitales para gestionar la presencia de numerosas personas dispuestas a donar.
El primer secretario del Partido Comunista de Cuba en La Habana, Luis Antonio Torres, aseguró que hay partes colapsadas en el interior de la instalación y aún puede haber personas dentro del edificio.
Por ese motivo, bomberos y fuerzas de rescate laboran en el enfriamiento del camión cisterna cargado de gas licuado que daba servicios al hotel, en una operación que se presume resultó el origen de la deflagración.
La mayor parte de los fallecidos y heridos en la explosión son trabajadores de la instalación, quienes hacían preparativos para abrir servicios al público, informaron autoridades del Ministerio del Turismo.
En declaraciones a la prensa, el ministro Juan Carlos García precisó que no hay extranjeros lesionados, ni una cifra total del personal del sector víctima del siniestro.
La viceministra Mayra Álvarez indicó que el hotel se encontraba cerrado, preparándose para el inicio de sus operaciones el próximo 10 de mayo con un total de 96 habitaciones.
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