Aún cuando en el país no se reportan casos de la enfermedad, según declaró el funcionario en trasmisión televisiva, ya se elaboró un plan de vigilancia para saber cómo proceder si se diera la notificación de un niño con los síntomas de la dolencia.
Se trabaja, manifestó, de la misma manera llevada a cabo por el país en el mes de enero de 2020 ante la amenaza de la Covid-19, cuando se elaboraron normas para la prevención y el control.
Durán recomendó mantener el uso del nasobuco o mascarilla pues en un porcentaje de los casos estudiados de hepatitis en el mundo se encontró la presencia de un adenovirus, que es un patógeno transmitido por las vías respiratorias.
El pasado 5 de abril, Reino Unido notificó los primeros 10 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido y un mes más tarde la afección estaba presente en 20 países, según la Organización Mundial de la Salud.
Ante la expansión de la dolencia, el organismo lanzó una alerta epidemiológica donde reconoció que actualmente se investiga una posible asociación entre los casos de hepatitis aguda severa en población pediátrica, y la infección por adenovirus.
De los 169 casos notificados hasta el 29 de abril, en 85 se realizaron pruebas para la identificación de este patógeno, de los cuales 74 resultaron positivos y el adenovirus tipo 41 se halló en 18, informó además.
Refirió igualmente que los aquejados son pequeños entre un mes y 16 años de edad cuya evolución clínica resulta variable, y con el 10 por ciento del total necesitado de un trasplante de hígado.
Las manifestaciones clínicas de los casos identificados corresponden a una hepatitis aguda con transaminasas elevadas, la mayoría de ellos presentaron ictericia, además de signos y síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, diarrea y vómitos), y no se manifestó fiebre, puntualizó.
Añadió que en ninguno de los diagnosticados se identificó la infección por los virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
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