Cultelli relató de sus vivencias en La Habana desde las primeras noticias que le llegaron de la explosión por escape de gas del emblemático hotel Saratoga y su aproximación al escenario del fatídico suceso.
Con nitidez y emoción plasmó en el Portal Mate Amargo los muchos voluntarios que retiraban escombros en pos de salvar vidas desesperadamente, junto a bomberos, policías y personal paramédico, en “La Habana conmovida por completo”.
Luego supo y lo consignó, de las colas para donar en los bancos de sangre, al que se acercó Gerardo Hernández, “aquel cubano héroe que estuvo casi 20 años preso en Estados Unidos por defender a su patria”.
Contó que al atardecer, de regreso a su alojamiento, el taxista que la transportó mostraba que su vehículo prestaba servicios al ministerio de Salud Pública y volvería como voluntario al lugar del siniestro, para continuar ayudando como hizo desde la mañana en el traslado de donantes.
Todos con quienes Cultelli conversó, resaltaron con orgullo la presencia de la juventud ante tamaña emergencia ofreciendo su sangre o su trabajo, entre ellos, estudiantes de medicina que acudían a prestar servicios en los centros hospitalarios.
Para sellar sus testimonios, la solidaria uruguaya envió un “abrazo hermanado a este querido pueblo del Caribe, que no se rinde, que no descansa”.
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